El Puente Romano de Villa del Río, dotado en época del emperador Augusto, está situado en la Vía Augusta sobre el arroyo Salado de Porcuna en el límite geográfico Este de Villa del Río.

Enclavado en un paraje natural entre flora ribereña y a la sombra de eucaliptos, el visitante podrá pasar una agradable estancia disfrutando en el merendero cercano.

Son varias las formas de llegar a este monumento: en coche por la autovía A-4, en bicicleta o andando por el cordel de la Trocha de Córdoba o divisando los montes cercanos por el conocido camino de las Carniceras.

La estratégica localización, en el límite entre las provincias de Córdoba  y Jaén, nos hace nombrar al Puente Romano de Villa del Río como la puerta de Córdoba por estar situado al comienzo de esta.

Su singularidad reside en la belleza y armonía de una apariencia ligera y proporcionada que lo convierten en un puente realmente “único” por utilizar en su construcción destacados recursos arquitectónicos en aquella época.

Se trata de un puente cuya fábrica está realizada en piedra molinaza, una arenisca roja muy común de esta zona. Los sillares romanos se encuentran almohadillados, indicativo de la alta calidad y lujo de esta construcción.

 

Este monumento presenta 3 recursos arquitectónicos inusuales en la historia de la construcción de puentes:

  • El engatillado de las dovelas. El dovelaje presenta una pequeña muesca que evita cualquier posible movimiento de las piezas del arco.
  • El apoyo de los arcos medianos en el trasdós de los aliviaderos. Los arcos medianos carecen de salmer en su lado interno, siendo este ocupado por dovelas de los arquillos de aligeramiento.
  • Invasión del arco central en los pilares internos de los arquillos de aligeramiento. Debido a que la anchura de las pilas que bajan a los cimientos es insuficiente para el apoyo de los elementos superiores, los pilares internos de los aliviaderos se estrechan a medida que descansan en la base para dejar espacio a la rosca del arco central

Esta pequeña gran joya de la arquitectura civil romana fue incluida en el catálogo del Tesoro Histórico Nacional en 1931 y declarada B.I.C. (Bien de Interés Cultural) en 1978 con la Ley del Patrimonio Histórico Español.

Este puente ha sido testigo de la Historia de Villa del Río y de España debido a su posición estratégica en una vía de comunicación de primer orden. Gracias a su construcción, dio continuidad a la Vía augusta a su paso por la antigua ciudad de Ripa, emplazada en los alrededores de la actual Villa del Río.

Además, fue considerado como el mejor puente romano conservado del sur de España (Sillieres, P. 1990).

Debido al lugar de su emplazamiento y al hecho de haber servido como paso de una vía durante 20 siglos nos ha de sorprender que, pese a su solidez, el puente haya sufrido deterioros de cierta importancia, aunque no ha cambiado su fisionomía original.

El Puente Romano constituye un signo de identidad para el pueblo de Villa del Río por su valor arquitectónico, artístico, histórico, cultural y simbólico.

Quisiera recoger, las palabras de la historiadora villarrense, Dña. María de los Ángeles Clémentson Lope, cuando refiriéndose a dicho puente lo eleva a la categoría, que dicho sea de paso comparto: “se trata de una pequeña joya de la arquitectura civil romana, y claro testigo de nuestra historia, al que habría que agasajar como realmente se merece”.

 

 

ASOCIACION DEFENSORES Y AMIGOS DEL PUENTE ROMANO.

 

La Asociación Defensores y Amigos del Puente Romano de Villa Del Río se constituyó el 2 de noviembre de 2013, por iniciativa ciudadana debido al abandono y olvido que sufría el monumento en aquel momento.

 Tras años de trabajo, se consiguió que la Junta de Andalucía reconociese la titularidad del monumento, e interviniese en el mismo en el año 2016. Para la asociación, esta intervención es inútil y del todo injustificada.

 En el ámbito cultural, la asociación realiza con frecuencia actividades orientadas a revalorizar el monumento, así como a hacer una labor de sensibilización y concienciación con los más pequeños de Villa Del Río. Así, han dado charlas en todos los centros educativos del pueblo llevando además a los pequeños al monumento. Mantienen también ciertas actividades de gran impacto socio-cultural como es “la Noche en el Puente” y “la Ruta de los Farolillos”, recuperando con esta última una antigua tradición perdida.