Las primeras noticias publicadas sobre la activa participación de D. Javier Tarín Sánchez en el movimiento cultural del municipio – ya sea en concursos o certámenes, colaborando en distintos colectivos locales, organizando actividades a nivel local, provincial o europeo o mediante la publicación de textos propios – las localizamos en distintos números de la Revista de Feria de Villa del Río, desde mediados de la década de 1990 hasta la actualidad.
Consta también su participación en la III, IV y VIII Muestra Bienal de Arte de Villa del Río, aunque destacan fundamentalmente aquellas noticias que nos remiten a la importante repercusión que han tenido los eventos de graffiti, arte urbano y hip – hop organizados desde la Asociación Juvenil Vínculo – en la que ha desempeñado frecuentemente responsabilidades de liderazgo-.
D. Javier Tarín Sánchez nace a finales del año 1979, un 17 de diciembre, fruto de la unión entre Dª. Juana y D. Rafael, siendo mayor que su única hermana, Dª. María. De entre sus recuerdos de infancia rescata una fuerte emoción que no ha sido capaz de igualar con ninguna otra: la satisfacción que siempre ha sentido al dibujar.
Recibe su primera formación en el Colegio Nuestra Señora de la Estrella, primero en el edificio situado a la altura del paso a nivel de la carretera de Bujalance – recientemente derruido -, pasando después al instituto del mismo nombre en los aledaños de la ermita. Será éste un periodo que recuerda especialmente complicado.
Era un niño inquieto, enérgico, combativo e inconformista, características que irán acusándose en la adolescencia. Su grado de implicación en el colegio no era excesivo y reconoce no haber puesto demasiado empeño en obtener buenas calificaciones. Confiesa no haberse interesado lo suficiente aunque, contando ya con la perspectiva del tiempo, cree entender las causas al menos en parte: no era un contenido estimulante, se trataba a menudo de una información restrictiva y sesgada y una metodología que tampoco facilitaba la participación y el aprendizaje, ni fomentaba el interés por parte de un alumnado, que también era diverso.
Esto nos da una idea del espíritu analítico que se manifiesta en el artista ya desde edades tempranas. Su carácter fuerte e inquieto, definido por él mismo como difícil de orientar o de ayudar, hizo que buscara alternativas a esa enseñanza en la calle, en otros colectivos, en amigos, en otros ambientes. Mientras tanto, el dibujo era lo único que servía de escape a tanta incoherencia, a la frustración y a su continuo cuestionamiento de la realidad.
No serían pocas las ocasiones en las que lejos de atender a las lecciones de clase, Javier prefería dibujar y pintar, a pesar de las regañinas y problemas que eso conllevaba. Esto hacía, a su vez, que su talento para el dibujo fuera bien conocido por todos, profesores incluidos. En una ocasión, contando con 14 años, su colegio tiene la oportunidad de participar en un certamen convocado por la conocida editorial Bruguera – creadores de algunas de sus series de dibujos animados favoritas – para así seleccionar jóvenes talentos que incorporar a la plantilla.
Él estuvo muy interesado en haber podido aprovechar aquella oportunidad, lo que no fue posible debido a la mala organización y poca difusión que resultó tener la convocatoria. Terminaron pasándose los plazos, y de nuevo, llegando el desconcierto a su vida en una edad complicada. Sí reconoce, sin embargo, haber podido contar con el apoyo y la comprensión de distintas personas allegadas, entre las que destaca a sus propios padres o a sus tíos Dª. Mari Carmen y D. Francisco.
Podemos considerar que nuestro artista ha sido, sin embargo, una persona siempre comprometida con lo local y, aunque no encajaba en las modas o corrientes más populares, sí lo hacía en determinadas culturas alternativas o en determinados valores de lo que denominamos la cultura hip – hop y también en las causas medioambientales.
A mediados de la década de 1990 se une a los integrantes de la Asociación Juvenil Grupo Naturalista Lubicán, colectivo con el que colaboraba puntualmente. En el seno de este grupo, conducido por su paisano D. Juan Relaño Moyano – de quien aún conserva buena relación y a quien admira – se llevaban a cabo numerosas actividades de diverso tipo: Deportivas, didácticas, lúdicas y reivindicativas.
Conservamos algunos de los dibujos que, ya con 16 años, realiza para emplear como cartel anunciador de las mismas. Sin duda, esta experiencia sería muy satisfactoria y también muy productiva; ya que todos estos conocimientos le serían muy útiles, no sólo en lo personal, sino también a la hora de conducir la asociación cultural Vínculo años después.
De entre la multitud de técnicas que existen para expresarse de forma creativa, D. Javier Tarín Sánchez se ha inclinado de manera natural por el graffiti, aunque cree necesario hacer una aclaración entre el original – que sería una suerte de activismo contra los agentes del poder a través de la exhibición de mensajes rebeldes e inconformistas con orígenes neoyorkinos, (donde el soporte será, frecuentemente, vagones de tren, muros o mobiliario urbano donde lo admirable es que sean visibles aun encontrándose en lugares inaccesibles, con la intención de agredir en respuesta a una agresión) – y su derivación posterior al arte urbano. Aquí prima la espectacularidad técnica y dimensional y su carácter artístico, situándose en lugares para los que normalmente suelen tener permiso o al menos no existe perjuicio alguno.
Aun así, recalca la apertura de los conceptos ya que, cuando de lo que se trata es de hablar de arte, los términos siempre resultan ser más subjetivos y flexibles, con más interpretaciones. D. Javier Tarín Sánchez presta atención al lenguaje, le importa cómo se emplean las palabras y qué somos capaces de expresar también sin ellas. Está convencido de que, usando el lenguaje correctamente, tenemos el poder de transformar nuestro propio entorno; y eso es una gran responsabilidad.
El artista ha creado comunidad con otros pintores y pintoras locales con inquietudes comunes. Con ellos ha salido a comunicar y expresarse, desde su adolescencia, a través de unos medios por entonces nada tradicionales. Junto a D. Pedro Priego, (Xivónn), y D. Rafael Grande, a los que tiempo después se uniría D. José Collado Córdoba, constituirían una suerte de grupo cultural que se convertiría en precursor de un movimiento sin precedentes en la localidad. A partir de entonces adopta diferentes pseudónimos, continuando con la práctica del anonimato que, en su origen, emprendían los grafiteros de otros lugares para evitar ser identificados – y cambiándolos tras cada arresto -. En su caso confiesa no haber tenido casi nada que ver con aquello.
A pesar de haber estado el graffiti relacionado con el vandalismo en otras ciudades del mundo, él no se siente identificado con las actividades que pudieran incurrir en el perjuicio de mobiliario urbano ni mucho menos de propiedades particulares, puesto que el hecho de vivir en un pueblo pequeño y de hacerlo prácticamente entre familia y amigos, hacía que fuera absurdo llevar a cabo actos de este tipo.
En la actualidad firma sus obras como Tarón o Tarónn, ambos derivados de su apellido. La pintura, el deporte, (fundamentalmente el taekwondo y el baloncesto), la lectura, la pasión por los animales y la música – soul, jazz, blues, metal, rap, folk, funk, clásica, rock…- e incluso la composición de letras – llegando incluso a sacar dos maquetas y a colaborar en una veintena de eventos -, han constituido sus principales intereses.
Cuando acaba sus estudios en el instituto Nuestra Señora de la Estrella los continúa en el I.E.S. Santos Isasa de Montoro. De allí conserva recuerdos que considera auténticas lecciones de vida, aunque dibujar en mitad de clase, en la mayoría de las ocasiones caricaturas de sus propios profesores, seguirá siendo un hábito por el que, no sólo no le penalizan, sino que incluso algunas de ellas serían motivo para estampar en las sudaderas que vendían para el viaje de fin de curso siendo, curiosamente, idea de los propios profesores caricaturizados.
Son años de juventud en los que el artista se cuestiona, necesita expresarse y no se conforma con hacerlo en la intimidad. Siente necesidad de protestar contra lo injusto, lo incoherente y lo abusivo. Y sigue eligiendo la calle para ello, no hay mejor lugar para que las obras griten y lleguen a más gente de manera inmediata, contribuyendo a que el arte convierta los muros del pueblo en una gran galería. También lo hará a través de textos, opinando sobre multitud de temas y aprovechando diversos medios, como la revista del instituto o el periódico local, comarcal, e incluso el de la provincia.
Ha llegado a contar más de una veintena de textos de opinión publicados que han versado sobre infinidad de temas de carácter social, político, cultural… En la actualidad se alegra de haber desarrollado esta habilidad que luego le sería muy útil a la hora de redactar proyectos propios o de ayudar a otros a hacerlo.
D. Javier Tarín Sánchez se considera curioso, inquieto, hambriento lector, crítico y, sobre todo, autocrítico. Durante una de las etapas más duras de su adolescencia recuerda a las personas que le ayudaron a reconducirse, entre ellos su profesor D. Rafael Jiménez Álvarez, a quien considera un ser de luz y a quien siempre profesará gratitud por toda su comprensión y ayuda brindada; y también a otros profesores de su etapa de formación en la localidad vecina de Montoro, (Córdoba), que, como D. Eladio Ruíz Nogales, D. Manuel Morales Ruíz, D. Juan Guillén Serrano o Dª. Rosa, dejaron en él positividad, ilusión por la vida y muchas enseñanzas útiles y beneficiosas a través de su ejemplo y su profesionalidad. Fueron enseñantes que no se quedarían en el mero hecho de transmitir conocimientos, sino que se interesaron por sus alumnos; por conocerlos, por comprenderlos y por poner en valor los talentos de cada uno.
Antes de finalizar esos estudios en Montoro prefiere probar suerte, años después, iniciándose en un ciclo medio de interiorismo que se impartía en el Instituto Maimónides, en Córdoba, al que estuvo acudiendo durante un tiempo. Sin embargo, la falta de recursos y de decisión le hizo abandonar. Con todo, sus viajes a Córdoba no habrían sido en vano ya que, gracias a ello, encontraría los primeros trabajos que le permitirían ser autosuficiente, lo que sería su meta principal.
Desde los 18 años – ya en 1997 – empieza a trabajar no sólo en decoración, también en el campo, como pintor de edificios, en bares, como camionero y repartidor; hasta poder independizarse a los 24 y, habiendo conseguido ahorrar algo, a los 28 pudo dedicarse exclusivamente al muralismo durante un tiempo. Esto suponía haber dado un gran paso que lo situaba más cerca de su principal objetivo: conseguir vivir pintando, para no muy lejos del presente conseguir vivir del arte.
Se convierte de este modo, en sus palabras, en su propio mecenas. Esta situación le permite, como decimos, dedicarse al muralismo por un tiempo, y también tener tiempo libre para realizar algunos cursos relacionados con diseño gráfico en Córdoba y con la capacitación pedagógica en educación no formal en el País Vasco, Madrid y Murcia; dada su activa colaboración en las actividades gratuitas que, junto a otros compañeros, ofrecían en el marco de la Asociación Vínculo.
Esto posibilitó, asimismo, que pudiera organizar importantes proyectos culturales – no sólo locales sino también a nivel europeo – e impartir multitud de talleres de graffiti y arte urbano en diferentes pueblos de la comarca, en coordinación también con los colegios y ayuntamientos. La docencia siempre ha sido una de sus ocupaciones preferidas de entre todas las experiencias que tendrá oportunidad de vivir dentro del antiguo programa europeo Juventud en Acción, viajando con otros jóvenes a Rumanía y Grecia; donde destaca las valiosas enseñanzas a nivel ético y de valores en lo personal, pero también a la hora de trabajar colaborativa y colectivamente.
Nuestro artista se define como camaleónico y versátil y, en lo profesional, polifacético; ya que realiza, desde artesanía decorativa para negocios o particulares – con la ejecución de determinadas reproducciones o inspirándose en otros diseños -, a trabajos de diseño gráfico – dentro de lo que destaca los numerosos proyectos para el Festival Internacional de Piano Guadalquivir – u obras artísticas de gran formato ideadas con total libertad y dejando en ellas su propia impronta personal.
Como es habitual en el último de los casos, sus conocimientos sobre arte urbano provienen, en su mayoría, del intercambio con otros artistas, de la convivencia y de los momentos compartidos durante la organización y realización de diferentes proyectos a distintos niveles, tanto provinciales, como a nivel nacional y también internacionales.
Es por tanto y por encima de todo, un eficaz y resolutivo organizador capaz de ceder el espacio en cada caso en pro del beneficio de la obra colectiva y, sobre todo, comprometido con la transmisión de valores de colaboración y respeto para el resto de compañeros que, al ser frecuentemente de generaciones más jóvenes, buscan referentes en sus capacidades de liderazgo; pero también en su saber hacer desde el punto de vista artístico.
D. Javier Tarín Sánchez – como es popularmente conocido en la localidad -, ha sido capaz de reunir en Villa del Río a los principales referentes del arte urbano y hip – hop nacionales y algunos internacionales, gracias a la organización de hasta siete eventos anuales, las VDR JAMS que, desde el año 2006 hasta 2013, han supuesto un importante revulsivo cultural para el municipio, una buena oportunidad de intercambio y convivencia y, por ende, de enriquecimiento personal y comunitario que, en demasiadas ocasiones, ha pasado desapercibido a las autoridades competentes a la hora de reconocer el mérito a esos logros de sus colectivos más jóvenes y sobre todo, de apostar por ello de forma decidida.
Entre los numerosos proyectos realizados desde Vínculo, destaca la Convención Europea de Arte Urbano, (POIN), llevada a cabo en 2010; en la que cientos de personas tuvieron la oportunidad de participar durante un mes en actividades relacionadas con el arte, la naturaleza y el deporte; y de crear lazos y redes con profesionales y practicantes del arte urbano de multitud de puntos de planeta, con la riqueza que ya se presupone a estos intercambios.
Dos años después tendrá lugar otro de los eventos de envergadura del colectivo, la Youthweek/VDR12, una semana plagada de cultura, naturaleza, deporte y también conferencias. Uno de los conferenciantes sería, precisamente, el artista Belin, (D. Miguel Ángel Belinchón Bujes), que ya había estado participando en POIN trabajando en un mural de grandes dimensiones situado en la prolongación de la calle Estación – hoy desaparecido – y que realizó junto a Mutha, D. Mario Mankey, Dulk, (D. Antonio Segura Donat), Does y Nash.
Belin cuenta su experiencia demostrando que el graffiti se encuentra totalmente integrado en la sociedad y reconocido a nivel mundial, que se reinventa constantemente, entra en las instituciones, en las galerías y los museos, en la publicidad, en la decoración y hasta en las ferias de arte. Las posibilidades son infinitas, los soportes diversos y los formatos pueden seguir evolucionando hasta convertirse en instalaciones o esculturas. Es parte importante del arte contemporáneo – a pesar de sus orígenes prehistóricos y su singular manifestación en la antigüedad clásica – donde ha conseguido crearse un verdadero movimiento underground que ha echado raíces por todo el mundo.
Los grandes eventos aquí citados han resultado ser de tal envergadura que, según él, quien forma parte de la organización pocas veces tiene oportunidad de intervenir en la práctica, incluso en muchas de las ocasiones se ve obligado a ceder su espacio a otros artistas, porque siempre resulta merecer la pena. Por este y otros motivos, D. Javier Tarín Sánchez considera propios, de alguna forma, todos los murales derivados de esas acciones colectivas aunque, en lo particular, podemos encontrar murales realizados exclusivamente por él en la glorieta del Polígono Industrial Virgen de la Estrella; en concreto la representación del Puente Romano de Villa del Río.
En los aledaños de la piscina cubierta tiene dos obras colectivas y, en homenaje a la joven poeta y cantante adamuceña recientemente fallecida, Dª. Ana Isabel García – Gata Cattana -, realiza junto a su pareja, Charo, y otro amigo común, el muro Eterna.
En la calle Mariana Pineda podemos ver su intervención en Retrato de familia, conocido también como mural andaluz por el origen de los artistas que lo realizan y, avanzando en el mismo
muro algo más al este, lleva a cabo, junto a tres compañeros: Yosi, Heol y Sire; el Mural del queso.
Continuando ese mismo muro, encontramos una de sus explosiones multicolores o nebulosas, usando su técnica más personal, con la que parece simbolizar el enfrentamiento de los opuestos, de distintas temperaturas cromáticas y quizás la polaridad de conceptos universales.
Otra de sus explosiones de color se encuentra en la calle Prolongación de la Estación esquina Mariana Pineda, en la que añade personajes animados de series televisivas. También puede encontrarse obra suya en los muros meridionales del Colegio Poeta Molleja, en este caso Retrato de Camarón, así como en los aledaños de la estación de Renfe, un mural en colaboración con Heol representa la diversidad, a través de diferentes personajes, (kekos), que navegan en un barco mientras dan la bienvenida a los visitantes que llegan en tren.
Entre los rincones del pueblo existen diversos lugares que D. Javier Tarín Sánchez considera especiales por distintos motivos: Por haberlos frecuentado en distintos momentos de su vida, por haber sido escenarios de los mejores momentos compartidos o por suponer pequeños rincones de inspiración. Entre ellos destaca toda la ribera del Guadalquivir – donde ha compartido vivencias con amistades y también amores de adolescencia -, la carretera de Bujalance – cuyas 49 curvas dieron lugar al nombre del grupo de rap de sus amigos -, el paso de las aceñas o la inmensidad del campo. Siempre han parecido prevalecer los espacios naturales sobre los históricos en su imaginario.
Volviendo a lo puramente artístico, ha parecido especializarse en los grandes formatos y el uso del aerosol, contando entre sus puntos fuertes el dominio del free style – la improvisación y el trabajo sin líneas guía; en ocasiones sin ni siquiera boceto de referencia, siendo capaz de superar las dificultades a la hora de conseguir unas correctas proporciones y perspectiva -. Destaca, asimismo, su dominio de los pequeños detalles dentro de esas grandes composiciones, en las que suele reflejar tanto letras – en todas sus modalidades – bombing, model pastel y wild style – como figuras, preferentemente de animales salvajes o personajes animados con estilo realista.
Ha participado también en festivales de gran parte de la geografía nacional y también en algunos concursos, habiendo logrado premios – destacando el segundo premio recibido en el Certamen Marathon graph en La Puebla de Sancho Pérez, (Badajoz); donde tuvo que elaborar un mural con temática deportiva-, aunque confiesa sentirse reacio a seguir haciéndolo, dada la poca objetividad que ha ido observando a lo largo de su experiencia.
A día de hoy, la mayor parte de su trabajo lo desempeña bien para negocios o para particulares, aunque ve cada vez más cerca poder dedicarse por completo a la actividad puramente artística. En su casa de Villa del Río tiene un estudio, donde ha podido reunir una muy buena colección bibliográfica – sobre arte urbano, diseño gráfico, graffiti o arte mural -, como artística. Entre las obras que más le inspiran se encuentran las de D. David Marcos Ruíz, (Sakerinox), Manolo Mesa, Mostar o las de su paisano D. José Collado Córdoba, habiendo dejado casi todos ellos buena muestra de su hacer en los muros de Villa del Río gracias a las actividades ya citadas.
En el terreno del arte se encuentra, por tanto y a pesar de su dilatada experiencia, en busca de un estilo que aún no existe, que lo defina a golpe de vista y lo considere personal. Una de sus actividades más recientes ha tenido lugar en las XVI Jornadas de Arte Contemporáneo Scarpia realizadas en El Carpio, (Córdoba); en las que ha tenido oportunidad de realizar un mural en el puente de circunvalación, engrosando así la magnífica colección de arte público que ya atesora el municipio. Se trata de una obra basada en los conceptos teóricos de contraste opuesto y complementario, representados a través de unas nebulosas que surgen de unas manos.
Después de esto participará, junto al artista D. Álvaro Cáceres Molina, en los preparativos de la exposición To the Sky de Yoko Ono en el C3A, (Centro de Creación Contemporánea) de Córdoba en 2017, así como en el marco del Festival Internacional Riomundi y el Festival de Creación Joven Eutopía, en Córdoba, en las ediciones de 2018. En esta y otras obras, – y con seguridad en las que quedan por delante -, empiezan ya a despuntar las características de ese estilo inconfundible y personal que está fraguándose en las manos y en la mente de nuestro artista.