Relacionada con la actividad artística de D. Enrique Sánchez Collado contamos, al menos, con la información derivada del texto que D. Bartolomé Delgado Cerrillo – Licenciado en Filología Hispánica – publica en 1997 en la Revista de Feria de Villa del Río, donde también D. Manuel Tirado Fernández – Licenciado en Historia y párroco de la localidad – le dedicará unas reflexiones. Dª. Eva Vicente Galán – Crítica de Arte de Diario Ideal y profesora de la Universidad de Córdoba -, por su parte, lo hará en el catálogo editado con motivo de una de sus exposiciones individuales en el Centro Cultural Casa de las Cadenas en marzo de 2007, apareciendo junto a la de D. Jacinto Mañas Rodríguez – periodista y subdirector de Diario Córdoba -, Dª. María Luisa Torres Díaz – Licenciada en Bellas Artes y profesora de la Universidad de Córdoba – y su paisana Dª. Sonia García Lara – Licenciada en Historia -. Esta última concreta, además, algunos datos sobre la vida y la trayectoria profesional del artista.
La información que podemos aportar nosotros será, por tanto, complementaria a lo ya sabido; habiendo sido facilitada, casi en su totalidad, por él mismo mediante las conversaciones mantenidas durante dos encuentros: uno de ellos en su propio domicilio, al que amablemente nos invita y donde hoy está ubicado su taller; un lugar que el artista considera tranquilo e inspirador por cuanto dispone de intimidad absoluta y de una pequeña terraza con vistas a la ribera del Guadalquivir. Para llegar a esta habitación se deben subir dos pisos, en cuyas paredes no solamente encontramos obras suyas, incluso fotográficas, sino también de D. Juan de Dios Domínguez Ramos, Dª. Virginia Garrido Millán, D. Miguel Cachinero Muñoz, D. Rafael Martorell, D. Manuel Tirado Fernández, D. Ginés Liébana, Beppo, (Dª. Freda Clarence Lamb), y cómo no, de D. Pedro Bueno Villarejo.
También podemos ver algunos paisajes o artesanías que identifican los lugares a los que ha viajado. Una vez en su estudio, su última obra en proceso parece darnos la bienvenida con una mirada directa y profunda, tan propia de las mujeres que D. Enrique Sánchez Collado idea e idealiza.
El pintor nos explica cómo, aun habiendo interiorizado todo lo aprendido en Sevilla durante su periodo de formación en la Escuela de Bellas Artes, lleva a cabo un protocolo propio a la hora de pintar. Lo primero que necesita es estar seguro de querer seguir adelante con el rostro que empieza, y eso no puede esperar a tener todos los huecos manchados de manera pareja. El primer paso, por tanto, es definir una cara que le transmita pasión por la obra que tiene entre manos y, una vez seguro de querer continuar, resuelve la anatomía con cuerpos delgados y ropas sencillas que parecen pegarse a la piel, sin ningún tipo de detalle ni adornos que distraigan de los ojos de la retratada. Sin dibujo previo, ni siquiera el fondo va más allá de una tonalidad concreta, sin aportar información sobre contextos espaciotemporales.
Sus retratadas parecen ser figuras actuales, personas contemporáneas, sobre todo las que vienen protagonizando sus cuadros más recientes, donde afloran unas miradas que bien pudieran pretender hacer que quien observa se interrogue sobre tantas cosas. Se encuentra ya algo alejado de aquellos ojos ausentes de su primera etapa, de un estatismo en el que a veces se sigue reconociendo, pero que ya no le basta.
D. Enrique Sánchez Collado ha retomado ahora una actividad creadora que había menguado en el último tiempo. Un tiempo en el que, aunque no tuviera tanta necesidad de pintar – ya que se pone a ello solo cuando lo siente y no como una obligación diaria -, confiesa haber estado asumiendo una buena cantidad de conocimiento visual y experiencial que necesariamente se queda en el subconsciente y aguarda hasta que pide salir.
En otros ambientes, sin embargo, no ha cesado su actividad y su proceso de aprendizaje, como es el caso de todas las artesanías y aspectos estéticos relacionados con el patrimonio religioso local; donde el contacto directo con la orfebrería o el bordado, entre otros, han hecho que su interés se despierte precisamente por unos campos hasta ahora desconocidos. Se encuentra iniciando, como decimos, una nueva etapa en la que no quiere dejar pasar la oportunidad de agradecer el apoyo fundamental de D. Antonio Lara Quero y mencionar los ánimos y la consideración hacia su persona y su trabajo que siempre le demostraba su amigo y pintor D. Juan de Dios Domínguez Ramos.
D. Enrique Sánchez Collado nace en Villa del Río un 25 de julio de 1974. No recuerda cuál fue la primera vez que tuvo ceras y lápices en las manos, quizás desde siempre. De lo que está seguro es que en sus primeros bocetos ya tenía como referente la obra del pintor D. Pedro Bueno, algo que se reflejaría intensamente durante su primera etapa de formación y producción. Sería en estas materias, precisamente, en las que destacaría considerablemente, tanto en el colegio como en el instituto; ganando varios certámenes y concursos a nivel local e incluso otros a nivel provincial. Esto, sin duda, seguiría motivando a un joven que tenía muy claro que era eso a lo que quería dedicarse.
De aquella época recuerda con especial cariño a su profesora Soledad, del pueblo vecino de Bujalance, (Córdoba); que, estudiando bachillerato, le había confesado ver en él algo diferente al resto de sus alumnos y le permitió dedicarse exclusivamente a pintar en la intimidad de una sala reservada para él. Tiempo después decide presentarse a las pruebas para acceder a la Escuela de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla. En esos días confiesa encontrarse temeroso, a pesar de contar con la compañía de sus padres en todo momento; ya que no había preparado el examen y le imponía ver a otros cientos de personas que esperaban en la puerta de la facultad en su misma situación.
Compró los materiales, cogió un papel e hizo un dibujo de grandes dimensiones que, en realidad, sería su primer boceto a carboncillo. Sin embargo y pese a sus dudas, superó las pruebas con éxito. Durante los primeros cursos reside en casa de su tía Dominga, a la que agradece su amabilidad y la de su amplia familia, al acogerlo como uno más de sus hijos.
Sevilla es una ciudad mágica para quien ama el arte barroco español y la imaginería andaluza, como es su caso. Pero sería aún más sorprendente descubrir que su tía guardaba un sello original perteneciente al gran escultor D. Juan Martínez Montañés, (1568 – 1649), que sólo tenían sus familiares y descendientes. Es por ello que, en la actualidad, nuestro pintor intenta llegar a él a través de la reconstrucción de su árbol genealógico.
Su segunda residencia en Sevilla estaría ubicada en la calle Sol, en el centro de Sevilla, para finalmente trasladarse al barrio de Triana durante los últimos cursos. En Sevilla residiría hasta 1998. Esta fecha es tan significativa que, años después, los que serían sus compañeros y compañeras de promoción organizarían un encuentro en el municipio sevillano de Dos Hermanas, en 2016, para exponer conjuntamente y denominar la muestra Exposición Colectiva 98.
Aun teniendo tiempo, durante los dos primeros años, para elegir la especialidad y con la oportunidad de tener los primeros contactos con otras disciplinas – escultura, esmalte, grabado, etc.- tenía más que decidido que emplearía todas sus energías en formarse como pintor. De esos tiempos de facultad añora las clases de dibujo del natural, no sólo por las habilidades técnicas y el desarrollo de la capacidad de análisis que aporta, sino también por todo lo que conlleva la experiencia de compartir espacio y atmósfera con el modelo.
La primera etapa de todo artista suele estar impregnada fuertemente del estilo o manera de los referentes, mentores o maestros. D. Enrique Sánchez Collado no oculta que D. Pedro Bueno siempre fue para él un referente de primer orden, ya había desarrollado un estilo con el que él también, desde pequeño, se había sentido a gusto y por el que sentía una gran admiración, debido al dominio de la técnica, la maestría de sus pinceladas, el apastelamiento de sus colores y la ternura de sus temas.
Nuestro pintor no pretendía ser como él, pero sí conseguir una obra con la que sentir parecidas sensaciones. Lamenta no haber podido mostrarle a D. Pedro Bueno sus dibujos de niño o sus obras de juventud como sí hicieron otros de sus discípulos, que pudieron disfrutar directamente sus indicaciones y orientaciones, incluso sus correcciones; y del espectáculo que podía suponer verlo trabajar.
Aunque no llegarían a conocerse en lo personal sí llegó a coincidir con él en una decena de ocasiones a partir del año 1986, debido a la estrecha amistad que mantenía, tanto con su padre como con su tío D. José Collado – hermano de su madre y padre del artista D. José Collado Córdoba – y también gracias a su vinculación con el ámbito cofrade. Tuvo la oportunidad, incluso, de ser testigo de cómo Bueno había dispuesto la decoración de su vivienda y sus objetos personales y pertenencias antes del desmantelamiento de su casa tras su muerte.
La interpretación que D. Enrique Sánchez Collado hace de la obra de D. Pedro Bueno estará condicionada, por tanto, por la información que de su persona le ha ido llegando por distintas vías, sobre todo por los estudios que del artista ha venido realizando D. Miguel Carlos Clémentson Lope. Entiende que, a pesar del carácter fuerte y agrio que pudiera aparentar tener, de cara a la sociedad, y a pesar de su infancia complicada por una situación familiar humilde y la difícil relación que tendría con su padre desde muy pequeño; en sus maternidades ha podido reflejar la unión con su madre y la ternura y dulzura con la que, en general, veía el mundo.
Describe su trabajo como rigurosamente académico, con una personalidad tan propia que ha conseguido desplegar una gran estela y crear escuela; y observa, en su última etapa, una decadencia que sólo se les permite a los grandes artistas. No oculta que era esa impronta la que más lo ha inspirado, y que en una ocasión fue ese parecido con su obra el que hizo parar en seco a uno de los hermanos de D. Pedro Bueno cuando pasaba delante de sus pinturas, para mirar de nuevo y cerciorarse de que no se trataba de las del maestro.
Al finalizar sus estudios en Sevilla, el artista llevará a cabo la pertinente formación para la habilitación en actividad pedagógica y poder comenzar a impartir clases, en 1999, en el Colegio Divina Pastora, donde se había formado él mismo – junto al Colegio Poeta Molleja -, y donde permanecerá hasta 2016.
En este contexto no pierde la oportunidad de animar a su alumnado a formarse en lo que de verdad les haga felices, y les ayuda a que pierdan el miedo a emprender carrera artística, ya que el abanico de posibilidades es más amplio de lo que incluso él mismo había pensado siempre. Lamenta los pocos recursos que se dedican en enseñanza a aspectos tan básicos y fundamentales como la educación emocional y al crecimiento personal, la capacidad de creer en uno mismo y de esforzarse en superarse y realizarse. De entre los alumnos que recuerda con especial cariño se encuentra la ilustradora Dª. Virginia Garrido Millán.
Haber tenido la oportunidad de permanecer en su pueblo natal durante todos esos años le ha permitido tener un conocimiento muy completo de su realidad y colaborar muy activamente en la organización de las tradicionales festividades y eventos religiosos y culturales; ocupando, en la mayoría de las ocasiones, funciones de responsabilidad dentro de algunas asociaciones y colectivos.
Resulta llamativo cómo la vida cotidiana de nuestro pintor está plagada de pequeños actos reivindicativos y contribuciones que llevan a cambios significativos en la comunidad con la que convive, de continuas protestas y acciones por lo que considera necesario, justo, positivo y, sin embargo, nada de ello parece reflejarse en su obra.
Los temas, colores, técnicas y estilos elegidos dejan aparte toda agitación para pedir al espectador que se acomode. Que sienta paz, disfrute de la belleza de lo cotidiano, de una mirada escrutadora, de unos colores y unas formas que invitan a la relajación o al disfrute. Hasta tal punto es así que, tras contemplar sus obras expuestas en la Sala de Exposiciones Cajasur – Gran Capitán de Córdoba, dos señoras le agradecieron que no intentara perturbar ni incomodar con su obra, como parecía estar pasando cada vez que decidían disfrutar del arte expuesto en su ciudad.
D. Enrique Sánchez Collado cree que el arte debe estar al servicio de la sociedad, y este sosiego parece ser parte de la contribución que hace el artista en una época donde la velocidad y la violencia nos sacude a diario. Dedicarse, aparentemente en exceso, a los asuntos comunes y locales, su labor docente y su carácter poco dado a competir en concursos y certámenes; pueden haber sido algunas de las razones por las que ha creado un paréntesis en su carrera pictórica; aunque siente que, de no ser así, quizás lamentaría estar perdiendo su esencia personal.
En 2003 comienza su labor educativa en la Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad de Córdoba, en el Área de Didáctica de la Expresión Plástica. Además, ha sido ponente de diseño y asesor del Aula de Danza.
Se halla inmerso, en la actualidad, en la realización de su tesis doctoral que llevará por título Estudio de las emociones en los autorretratos a través del tiempo. No obvia la influencia que los magníficos autorretratos de D. Pedro Bueno pudieran tener en esta decisión y toda la complejidad que significa abordar el estudio de estos profundos ejercicios de autoanálisis que llevaron a cabo grandes artistas a lo largo de la Historia del Arte. Él, sin embargo, confiesa que trabajar ese género es algo pendiente y desconoce si, a través de los suyos, pudiéramos adivinar su verdadero carácter, que define como bastante para adentro, a pesar de saberse un gran escuchador y observador.
Analiza su entorno hasta el punto de la sobreestimulación, debido a la gran cantidad de detalles y matices que detecta de manera natural, aún sin pretenderlo. Y de nuevo, curiosamente, su pintura parece rechazar estos elementos, al menos la que podemos contemplar hasta la actualidad y que encontramos, en su mayoría, en colecciones privadas.
Citamos, a continuación, las exposiciones y premios recibidos hasta la fecha:
● Exposición Colectiva de Arte a beneficio de la Hermandad de Nuestra Señora de la Paz y Esperanza. Sala de Exposiciones Casa de la Cultura, Villa del Río. 1992.
● Exposición Colectiva de Jóvenes Villarrenses. Sala de Exposiciones Casa de la Cultura, Villa del Río. 1994.
● I Exposición Itinerante de Pintura Alto Guadalquivir. Salas del Alto Guadalquivir. 1994.
● Exposición Individual. Sala de Exposiciones Casa de la Cultura, Villa del Río. 1994.
● Exposición Colectiva de Arte a beneficio de la Hermandad de Nuestra Señora de la Estrella. Sala de Exposiciones Casa de la Cultura de Villa del Río. 1995.
● Exposición Individual. Sala de Exposiciones Casa de la Cultura, Villa del Río. 1997.
● Exposición Colectiva Del Azul al Verde. Facultad de Bellas Artes. Sevilla. 1998.
● Exposición Colectiva en la Sala Tenorio. Sevilla. 1998.
● Exposición Colectiva de Arte a Beneficio de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Humildad en su Presentación al Pueblo. Sala de Exposiciones Casa de la Cultura, Villa del Río. 1999.
● Exposición Individual Sala Cajasur – Gran Capitán. Córdoba. 2002.
● Seleccionado en el IV Certamen Nacional de Pintura Pedro Bueno, Villa del Río. 2002.
● I – II – III – IV – V – VI – VII y VIII Muestra Bienal de Arte de Villa del Río. Museo Histórico Municipal Casa de las Cadenas, Villa del Río, 2003 – 2017.
● Exposición De Colores. Sala Cajasur – Reyes Católicos. Córdoba. 2004.
● Exposición Colectiva a beneficio de la Hermandad del Santísimo Cristo de los Estudiantes. Museo Histórico Municipal Casa de las Cadenas Villa del Río. 2004.
● Seleccionado en el V Certamen Nacional de Pintura Pedro Bueno, Villa del Río. 2006.
● Exposición Individual. Museo Histórico Municipal Casa de las Cadenas Villa del Río. 2007.
● Exposición Colectiva – Certamen Más Arte, Más Carnaval. Patio Barroco de la Diputación de Córdoba. 2008.
● Exposición Pintores con la Virgen de la Estrella Museo Histórico Municipal Casa de las Cadenas, Villa del Río. 2008.
● Exposición Colectiva Dalí, Liébana y el Surrealismo. Museo Histórico Municipal Casa de las Cadenas, Villa del Río. 2011.
● REGALARTE. Exposición benéfica de dibujo en pequeño formato en favor de la Hermandad de la Humildad. Museo Histórico Municipal Casa de las Cadenas, Villa del Río. 2013.
● Exposición Colectiva 98. Centro Cultural La Almona, Dos Hermanas, (Sevilla). 2016.
● Seleccionado en el I Concurso de Pintura Artemisia, Madrid, 2016.
● Exposición individual Centro Cultural Nicolás Salmerón, Madrid. 2017.
● Exposición individual en Real Círculo de la Amistad, Córdoba. 2018.
El artista hace balance de su producción pictórica y entre sus obras destaca Pasión y ternura, un lienzo de grandes dimensiones que ocupa un lugar relevante en el salón de su casa y que describe como una obra – bisagra entre su primera etapa y la actual. Aunque se encuentra en plena evolución estilística, percibe que la pieza todavía funciona, por cuanto la sigue teniendo presente y representándolo.
Desde el silencio, sin embargo, será aquella que simbolice un nuevo despertar en su carrera, un sobresalto en el que ha tenido mucho que ver la irrupción del artista D. Ginés Liébana, que no sólo viene a alterar el panorama cultural local en los últimos tiempos, sino que llega como un terremoto creativo para aportarle nuevas experiencias técnicas. D. Enrique Sánchez Collado conserva con aprecio las orientaciones que éste le dejó escritas en uno de sus catálogos, donde le anima a utilizar el acrílico frente al óleo, los rotuladores, las técnicas mixtas y los amarillos en vez de los blancos; o a que abandone los contornos demasiados definidos para así, paradójicamente, conseguir un mayor realismo.
Nuestro pintor confiesa admirar la obra del gran D. Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, (1599 -1660), la estética de D. Gustav Klimt, (1862 – 1918), la evolución creativa de D. Pablo Ruíz Picasso, (1881-1973), la enérgica alegría de la obra de D. Joaquín Sorolla y Bastida, (1863 – 1923), pero, sobre todo, la de Jacques – Louise David (1748 – 1825), del que destaca especialmente La Muerte de Marat.
A lo largo de sus numerosos viajes realizados, a su pesar, una vez terminado su periodo de formación; ha ido descubriendo todas aquellas maravillas de las que antes sólo había tenido oportunidad de hacerse una idea a través de fotografías. En Italia ha podido disfrutar de Florencia o Roma y empaparse del arte de los Museos Vaticanos. En Hungría, gozar del impresionante patrimonio artístico de Budapest, donde ha redescubierto algunos pintores del siglo XIX que le han despertado ciertas inquietudes hoy.
D. Enrique Sánchez Collado ha hecho suyas las reflexiones de D. Bartolomé Delgado Cerrillo a la hora de describir su actividad artística, concretamente aquellas en las que aseguraba que …merece la pena destacar el esfuerzo del artista por captar el alma de sus modelos – donde todo se utiliza como mero elemento al servicio de la figura humana – y la esencia de las cosas; o el elemento primordial y distintivo que, por primera vez, pusiera en valor D. Manuel Tirado Fernández, como estaba siendo su magistral uso de los rojos y que también D. Juan de Dios Domínguez Ramos le reconocería.
Con todo, nuestro pintor no se ha ceñido exclusivamente a los conceptos y técnicas más clásicas y académicas de la pintura. Encontramos, entre sus trabajos, proyectos de diversa índole, como la ilustración del libro de Dª María Rosal, Carnavalización y poesía. Subversión erótica de símbolos religiosos en la poesía de Ana Rossetti, (2007); o las creaciones que ilustran Sumérgete en el mundo de los cuentos, (2010); para la Editorial Deportiva Wanceulen.
También ha realizado, en 2018, el Dibujo – portada del libro Ossio de Córdoba. Aportación histórica a la Era de Constantino de D. Victor C. de Clercq. Además, ha diseñado numerosos emblemas, carteles y logotipos para centros culturales y educativos de la localidad.
Tenemos noticia de las ilustraciones que ha realizado el la colección de cuentos La familia Ventura y sus mil Aventuras y en el libro sobre educación inclusiva Fuera el aburrimiento, aquí hay entretenmiento.
Entre sus inclinaciones actuales se encuentran también el desarrollo de tareas propias del ámbito de la decoración y la arquitectura y el comisariado de exposiciones.
La última exposición individual de D. Enrique Sánchez Collado que ha tenido lugar en Madrid, a la que ya hemos aludido, lleva por título Miradas. Como hilo conductor: el eterno lenguaje visual en el que el espectador y las mujeres cruzan miradas singulares que hablan del alma de esos personajes; que buscan, que implican o calman, que dudan y que se muestran firmes; en lo que el crítico D. Benito de Diego González, (nacido en 1934), vería reminiscencias de D. Amedeo Clemente Modigliani, (1884 – 1920).
El artista lleva a cabo un proceso de selección previo en el que colecciona potenciales emociones. Selecciona imágenes donde rasgos, facciones, actitudes o expresiones pudieran formar parte de una composición final que, por el momento, será figurativa, sutil y personal; aunque deja abierta la puerta a la futura exploración de nuevas formas de expresión.