A a la par con el crecimiento de la población mundial también lo hará la demanda de energía accesible. La economía global, dependiente de los combustibles fósiles, y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, está generando cambios drásticos en nuestro sistema climático; y estas consecuencias han tenido impacto en cada continente.
Sin embargo, una de cada siete personas aún no tiene acceso a la electricidad. Debido que la demanda sigue en aumento, es preciso un incremento considerable en la producción de energía renovable en todo el mundo.
Es vital apoyar nuevas iniciativas económicas y laborales que aseguren el acceso universal a los servicios de energía modernos, mejoren el rendimiento energético y aumenten el uso de fuentes renovables; para crear comunidades más sostenibles e inclusivas y para el fortalecimiento ante problemas ambientales, como el cambio climático.
Es necesario invertir en fuentes de energía limpia; como solar, eólica y termal. La adopción de estándares eficaces en función del costo también podría reducir el consumo mundial de electricidad en los edificios.
Expandir la infraestructura y mejorar la tecnología, para contar con energía limpia en todos los países en desarrollo; es un objetivo crucial que puede estimular el crecimiento y, a la vez, ayudar al medio ambiente.