V Señor de Montemayor y IV de Alcaudete.- (¡465-1468) entre el rey Enrique IV, el Impotente y su hermano el infante don Alfonso, ambos hijos de Juan II de Castilla y hermanos de Isabel la Católica en el reino de Córdoba igual que el resto de España, de inmediato se originaron dos bandos, uno partidario del rey y su valido, don Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque, encabezados por don Diego Fernández de Córdoba, Señor de Baena y Conde de Cabra (1455), Don Martín Alfonso Fernández de Córdoba de Montemayor y su hermano Fernán Pérez de Montemayor, el señor de Palma del Río, y el Obispo don Pedro de Solier, entre otros.
En el reino de Jaén contaba con el Condestable don Miguel Lucas de Iranzo.
Por el lado del infante don Alfonso, además del Arzobispo de Arcos y de Medina Sidonia, en Córdoba encabezaba el bando don Alfonso Fernández de Córdoba, Señor de la Casa de Aguilar y dueño durante la guerra de la ciudad de Córdoba. En el reino de Jaén estaba a su favor el maestre de Calatrava don Pedro Girón, el gran agitador de Andalucía, y hermano de don Juan Pacheco, marqués de Villena.
Desde septiembre de 1464, Córdoba es escenario de las primeras revueltas callejeras entre los dos bandos.
A primeros de 1465 don Alfonso de Montemayor, toma las fortaleza de Aldea del Río de hecho, como llave del camino real, del camino del Cañaveral propiedad de la Orden de Calatrava, y de las aceñas o molinos harineros en el río.
El 12-07-1467, el rey le otorga el Señorío de Montoro a don Martín Alfonso de Montemayor.
En septiembre de 1467 se produce el asalto al Palacio Episcopal, y el encastillamiento de la torre de la Catedral.
A primeros de julio de 1468 se produce un ataque del Conde de Cabra a Bujalance.
El infante don Alfonso es envenenado en Cardeñosa (Ávila) y muere el 5 de julio de 1468, a la edad de quince años.
Concluida la guerra, el 26 de mayo de 1469, el monarca le concede al Conde de Cabra el Señorío de Adamuz.
En 1469, Fernán Pérez de Montemayor, hermano del señor de Montemayor y Alcaudete, toma posesión con carácter señorial del castillo de Aldea del Río.
Al poco tiempo después, viene Enrique IV con un gran ejercito a Córdoba a poner orden y reconciliar a los dos bandos.
En las capitulaciones figura la devolución a la corona y cabildo de la ciudad, de la fortaleza de Aldea del Río, entre otras, así como la demolición de la misma.
Luego en el interregno de la guerra civil, la fortaleza o castillo de Aldea del Río había pertenecido a la Casa de Montemayor, representada por don Martín Alfonso Fernández de Córdoba de Montemayor.
El escudo de armas de los de Montemayor: En campo de oro, tres fajas de gules y una banda de sble engolada en dragantes de sínope con bordadura de plata.

José Luis Lope y López de Rego

Revista de feria 2003