Durante varios meses, en este caso de diciembre a febrero, se recogen alimentos no perecederos para facilitarles una alimentación básica, – arroz, azúcar, aceite, legumbres, pastas – y, si es posible, equilibrada; de modo que la malnutrición infantil sea erradicada lo antes posible, así como las enfermedades paralelas que conlleva una mala nutrición. De este modo consiguen que la mortalidad disminuya.

Se recogen alimentos en los colegios, escuelas, casas de particulares; y se llevan a cabo festivales donde se obtiene dinero que luego se trasforma en alimentos básicos para remitir a los campamentos.